EL MIP EN LA INDUSTRIA
DE ALIMENTOS
Plagas tales como cucarachas, hormigas, moscas, mosquitos, insectos devoradores de granos y productos almacenados, ratas y ratones, murciélagos y aves urbanas representan entre otros un serio riesgo para la salud pública y la producción de los alimentos, ya que estas actúan como vectores de microorganismos que incluyen bacterias, parásitos, hongos y virus.
Las empresas que almacenan y producen alimentos, las bodegas de post-cosecha, las operaciones portuarias, la distribución y comercio de productos alimenticios, las empresas de empaques son actividades especialmente sensibles al ataque de las plagas, situación que amenaza gravemente la seguridad alimentaria, razón por la cual este tipo de operaciones desarrollan estrategias que incluyen el programa de Manejo Integrado de Plagas (MIP) ejecutado en asociación con otros procesos como las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), el Programa de limpieza y desinfección, la disposición adecuada de residuos, entre otros programas preventivos.
Como parte vital de las estrategias del programa MIP son la detección y la intervención de los factores favorables a la actividad de las plagas, situaciones tales como la presencia de Agua, facilidad de Anidamiento y la presencia de Recursos Alimenticios ofrecen ambientes muy propicios para la reproducción de las plagas. La modificación de dichas situaciones ocasionan eficientes resultados del programa, es decir se trata del mejoramiento continuo a través de las acciones correctivas, que incluyen procesos de mejoramiento locativo y la sensibilización frente al desarrollo de las Buenas prácticas.